viernes, 26 de febrero de 2010

Roberto Cofresí


A las sacudidas libertadoras de Simón Bolívar, y el brote de independencia en Santo Domingo en 1821, se sumó la agitada presencia de corsarios y piratas contra embarcaciones españolas y extranjeras en aguas de Puerto Rico.

Entre ellos, sobresalió Roberto Cofresí Ramírez de Arellano, del cual se han tejido diversas leyendas entre la imaginación popular puertorriqueña, unas relatando su osadía y otras sus depredaciones.

Cofresí nació en 1791 en la población de Cabo Rojo, Puerto Rico. Quedó huerfano de padre a los 4 años. Su progenitor fue Franz Von Kupferschein, alemán nacido en Triste, quien había procreado cuatro hijos: Juana, Juan Francisco, Ignacio y Roberto. Su madre lo fue María Germana Ramírez de Arellano.

El joven Roberto, cuyo apellido Kupferschein fue españolizado como "Cofresí", recorría las aguas del Atlántico y el Mar Caribe. Sus continuos asaltos interfiriendo con el comercio antillano motivó al gobernador Miguel de la Torre y al gobierno de los Estados Unidos a tomar medidas policiacas.

Cofresí usaba la isla de Mona como escondrijo, donde en el 1824 fue sorprendido en un sangriento encuentro con las autoridades. Fue condenado a seis años de prisión, mas huyó de la carcelería dominicana hasta llegar a Naguabo y de ahi pasó a la isla de Vieques. Con sus 15 compañeros piratas se le imputaba haber cometido fechorías, robos, y asesinatos tanto en alta mar como en las costas de Borinquen.

Reposando de sus raterías en la costa de Guayama, frente a "Boca de Infierno", fue sorprendido de nuevo, esta vez en un plan concertado entre el alcalde de la ciudad de Ponce, capitán don José de Torres, y Garret S. Pendegrast, capitán de una goleta de guerra norteamericana, anclada en el puerto sureño. Don Juan Bautista Piereti prestó su balandra "San José y las Animas", la cual fue armada con un cañon de a seis, junto al oficial Francis Storer, el cirujano Samuel Bidee y 23 marinos bien armados.

Roberto Cofresí pensó al principio que era una nueva y fácil presa y se lanzó a su encuentro. Tarde y sorprendido trató inútilmente de escapar tras 45 minutos de combate. Muchos de sus compinches fueron muertos. Cofresí malamente herido intentó huir a la playa, mas allí le esperaba el capitán Manuel Marcano, de la Comandancia del Sur. Fue llevado a Guayama y se temió que muriera como consecuencia de las múltiples heridas.

Más tarde, algo recuperado, fue llevado a San Juan al campo del fuerte de San Felipe del Morro con diez de sus camaradas. El 27 de marzo de 1825 fueron fusilados allí todos por un destacamento del Regimiento de Granada. Sus restos fueron expuestos al público "quedando satisfecha la vindicta pública". Más tarde fue apresado y ejecutado también otro pirata, Juan Almeyda, quedando las aguas de nuestro Caribe libres de dichos forajidos.

sábado, 3 de octubre de 2009

Ching Shih


Ching Shih, también conocida como Madame Ching, Hsi Kai, Shih Yang, Kai Ching Yih o Ching Yih Saou, Ching Yih Saoa, Cheng I Sao, Xheng Yi Sao, se convirtió en la pirata de China conocida como Shih Shiang Gu.

Ching Shih era una prostituta antes de casarse con el capitán Cheng I (Zheng Yi), que dirigía una flota pirata. La pareja luchó en una rebelión vietnamita en el bando de Tay-son. En Vietnam adoptaron un niño al que llamaron Chang Pao (Zhang Bao). Antes de que su marido muriese en una galerna en 1807 había formado una coalición pirata de más de 400 barcos y 70.000 marinos. Al final de su carrera Ching Shih dirigía más de 2000 barcos y algunos la consideran el pirata con mayor éxito de la historia.

Una maestra de la manipulación, Cheng I Sao (mujer del hermano mayor Cheng I), también conocida como Ching Shih tras enviudar (viuda Cheng), utilizó su flota con intenciones políticas. Poco después de enviudar se enamoró de su hijo adoptivo, al que ya había convertido en su lugarteniente, y se casó con él, consolidando su dominio familiar sobre la flota.

Ching Shih llegó a elaborar un código de leyes sobre sus subordinados, y que exigía la obediencia plena a los líderes de la flota pirata. Se consideraba un crimen capital desobedecer órdenes. Si una aldea había ayudado regularmente a los piratas, era un crimen capital saquear a sus habitantes. Era un crimen capital robar del tesoro común. Era un crimen capital violar a las mujeres que eran hechas prisioneras. Incluso si la violación era consentida, la pena era la decapitación del violador y la mujer violada era arrojada por la borda.

La flota de Ching Shih realizó muchos actos de pillaje, desde barcos mercantes, pasando por poblaciones costeras o fluviales. El gobierno chino intentó destruir a los piratas en una serie de batallas a lo largo de 1808, pero lo único que consiguieron fue perder barcos que fueron a parar a manos de los piratas. Las pérdidas fueron tan grandes que el gobierno se vio obligado a confiscar barcos privados.

Los verdaderos enemigos de Ching Shih fueron otros piratas, y un rival llamado O-po-tae, que obligó a retirarse a la flota de Ching Shih tras una encarnizada batalla. Temiendo la venganza de la viuda, O-po-tae se presentó ante el gobierno chino y pidió un perdón que le fue concedido.

Ching Shih también también buscó el perdón para ella y su flota en 1810, debido a que el gobierno chino preparaba una nueva flota contra ella, y también le fue concedido. Su hijo adoptivo y esposo, Cheung Po Tsai, pasó el resto de su vida en una cómoda posición como funcionario del gobierno, mientras que la viuda murió en 1844 dirigiendo un burdel y una casa de apuestas en la ciudad de Guangzhou.

Una versión ficticia de la vida de Ching Shih aparece en el cuento "La viuda Ching, pirata", una de las historias de la Historia Universal de la Infamia de Jorge Luis Borges. Borges afirma que la fuente que leyó sobre la vida de la viuda pirata fue "The History of Piracy" de Philip Gosse.

John Oxenham


John Oxenham (Juan Ojenkan) fue un pirata inglés lugarteniente de Francis Drake, armó en Jamaica una embarcación con 85 hombres y desembarcó en uno de los puertos de la ensenada del Darién (Panamá) donde construyó al lado de un río un bergantín con el que salió a piratear por los puertos de las costas.

Su primera presa fue un navío en la isla de las perlas donde obtuvo 60.000 doblones de oro y otros 100.000 pesos, botín con el cual regreso al mismo río y con la intención de navegar al mar del norte, pero sus tripulantes no desearon hacer el viaje ya que la embarcación no estaba reparada, de modo que tubo que esconder la embarcación en una choza cubierta de hojas.

Oxenhan deseaba encontrar en los bosques algunos negros fugitivos y usarlos para que lo llevasen a su destino, pero los prisioneros españoles avisaron al gobernador quien envió a Juan Ortega con 100 hombres quien descubrió el bercantín junto con dos ingleses a los que apresó, así como el botín que habían capturado.

Al enterarse el pirata de esto armó a todos su hombres y ataco a Ortega recuperando el botín, pero el Gobernador ya había despachado a otro contingente que tomo la embarcación y su artillería obligando a los piratas a esparcirse por los bosques y montañas donde fueron interceptados por un contingente de 200 hombres que había enviado el Virrey del Perú Don Francisco de Toledo quien hizo ahorcar a los principales caudillos.

Henry Every


El capitán John Avery, alias Henry Every, alias Bridgman, era en cierto modo el más popular de los piratas, y al igual que todos los personajes populares, conocido bajo un apodo, el de Long Ben. Algunos de sus admiradores describieron a este héroe como flor y parangón de todos los marinos arrogantes; otros le bautizaron El Superpirata. Han sido publicadas muchísimas Vidas de Avery. Defoe le escogió por héroe en su:

Vida, Aventuras y Piraterías del Capitán Singleton

Avery nació allá por el año 1665 en los aledaños de Plymouth. Fue destinado muy joven a la marinería. Después de haber servido a bordo de un mercante y hecho varios viajes, fue nombrado primer oficial de un corsario armado, el Duke, a las órdenes de un tal capitán Gibson. Cierto día, el Duke salió de Bristol rumbo a Cádiz, contratado por el gobierno español para hostigar en las Antillas a los piratas franceses. Llegado a aquel puerto, hubo de permanecer largo rato anclado en la rada esperando órdenes, y los marinos no tenían con qué ocupar su ocio. Entonces Avery comenzó hacer a la tripulación proposiciones insinuantes, y al encontrar numerosos voluntarios, complotó un motín. El capitán y algunos otros hombres renuentes a adherirse a la empresa, fueron bajados a un bote y llevados a tierra, en tanto que el Duke, rebautizado lealmente con el nombre de Carlos II, se hizo a la mar bajo el mando de Avery.

Su primera acción fue una visita a la isla de Mayo, donde se apoderaron del gobernador portugués, al que guardaron como rehén hasta haber terminado el aprovisionamiento del barco. Después, se dirigieron hacia Guinea, capturando de paso tres mercantes ingleses. Luego de robar oro y algunos negros en la costa de Guinea, doblaron el Cabo de Buena Esperanza e hicieron escala en Madagascar. De ahí navegaron hacia el Mar Rojo, con la intención de acechar la flota de Moca, cuyo regreso era esperado.

La flota no tardó en aparecer, y el capitán Avery, eligiendo el barco más grande, entabló combate. Al cabo de dos horas, el adversario arrió los colores. Era el Gunsway, propiedad del mismo Gran Mogol, y su captura valió a los piratas cien mil duros, más un número igual de cequíes. También cayeron en sus manos algunos altos dignatarios de la corte del Mogol, que regresaban de una peregrinación a la Meca. Con este motivo se formó la leyenda de que entre los cautivos se encontraba la hermosa hija del Gran Mogol; que Avery la condujo a Madagascar; que allí se casó con ella, y que desde entonces llevó una existencia principesca.

Aunque la historia de la bella princesa no sea sino fruto de la imaginación e inventada para satisfacer a los lectores de los innumerables libretines que decantaban las hazañas de Avery, no por eso es menos cierto que los piratas se apoderaron de un botín espléndido.

Consecuencia imprevista de aquel feliz golpe de mano fue que el Gran Mogol, tlrémulo de ira ante tamaño ultraje. amenazó vengarse en la Compañía de las Indias Orientales, barriendo de la tierra sus establecimientos. La urgente llamada de auxilio de la Compañía al gobierno británico llevó a la horca a no pocos piratas; mas Avery estaba destinado a terminar sus días de una manera menos sensacional.

No se volvió a oír hablar de él hasta su llegada a Boston, en 1696, que es cuando según parece sobornó al gobernador, obteniendo así que le dejasen entrar tranquilamente con su botín. No se quedó largo rato en Boston, sino que a poco tiempo se hizo a la vela rumbo al Norte de irlanda, donde vendió su cúter. El grupo se dispersó, yéndose cada cual por su lado con su parte del botín. Avery intentó desembarazarse en Dublin de algunos de sus diamantes, pero no lo logró, y esperando realizar tal transacción con mayor facilidad en Inglaterra, se dirigió a Bideford, en Devon. Allí vivió apaciblemente bajo un nombre falso, entrando, por conducto de un amigo suyo, en comunicación con ciertos mercaderes de Bristol. Estos vinieron a verle, aceptaron sus diamantes, le dieron un puñado de guineas para sus necesidades inmediatas y regresaron a Bristol, después de haber prometido enviarle el precio en cuanto vendiesen las piedras.

Transcurría el tiempo y Avery no recibió de los joyeros de Bristol ni noticias, ni dinero, de suerte que comenzó a sospechar que había piratas de tierra firme lo mismo que del mar. Sus frecuentes misivas a los negociantes le valieron a lo sumo el envío de un par de chelines, gastados inmediatamente para satisfacer las más sencillas necesidadas de la vida. Al fin, desesperada ya su situación, Avery cayó enfermo y murió, sin poseer siquiera la suma necesaria para la compra de su féretro. Así acabó Avery, el Gran Pirata, cuyo nombre era célebre en toda Europa y América y que creíase llevaba una vida de soberano en su palacio de Madagascar, cuando vegetaba oculto y hambriento en una choza de Bideford.

Cheung Po Tsai


Cheung Po Tsai (Cantonés, Jēung Bóu Jái en transcripción Yale) o Chang Pao Tsai (en Wade-Giles) (chino tradicional: 張保仔, chino simplificado: 张保仔, pinyin: Zhāng Bǎozǎi) fue un pirata chino del siglo XIX. También se lo conocía como Cheung Po/Chang Pao/Zhang Bao ("Cheung Po Tsai" literalmente significa "Cheung Po el joven").

Varios sitios de Hong Kong están relacionados con Cheung Po Tsai:

  • La cueva de Cheung Po Tsai, en la isla de Cheung Chau. Es una cueva pequeña, que según se dice es el sitio en el que escondía su tesoro.
  • Cheung Po Tsai construyó varios templos dedicados a la diosa Tin Hau y actividades marinas en Ma Wan, Cheung Chau, y Stanley.

Biografía

Era un pirata famoso en Hong Kong, su padre era un pescador que vivía en Xinhui de Jiangmen. Cheung Po fue raptado por el pirata Cheng I y su esposa Ching Shih cuando tenía 15 años de edad. Se convirtió en el amante del pirata y fue adoptado por sus raptores como su hijo. Al morir Cheng I, Ching Shih tuvo un amorío con su hijo adoptivo y se casó con el, nombrándolo su lugarteniente. Posteriormente Cheung Po se hizo cargo del negocio de pirateria de sus padres adoptivos.

Cheung Po Tsai estuvo activo en la zona costera de Guangdong durante la dinastía Qing. Se dice que llegó a tener 40,000 seguidores y su flota contaba con 600 barcos. Cheung Po se rindió al gobierno chino en 1810 convirtiéndose en capitán de la flota imperial Qing. El resto de su vida gozó de un confortable puesto gubernamental.